El bienestar animal en la apicultura (2)

Artículo: Montesinos Arraiz, Pablo

Específicamente en cuanto a bienestar animal y sistemas de producción, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIT) ha señalado normas sobre el ganado vacuno de carne, el ganado vacuno de leche, los équidos de trabajo, los cerdos, los pollos de engorde y la matanza de reptiles por sus pieles, su carne y otros productos. Para lo cual señala los elementos comunes en esas ganaderías que se toman como fundamentos para dictar las normativas respectivas. Así define cada sistema de explotación con sus diversos tipos comerciales y los criterios o variables medibles de bienestar animal. Y destaca para todos los sistemas de ganadería la importancia de la utilización de parámetros basados en criterios y valores con umbrales apropiados a sus comportamientos específicos ya que ellos servirán de indicadores de la buena gestión que debe realizarse para garantizar el bienestar animal en las explotaciones ganaderas.

Desafortunadamente la Organización Mundial de Sanidad Animal no ha incluido en sus normas y directrices de bienestar animal a las abejas melíferas en su condición de animales de ganadería Por lo que a continuación se describen consideraciones y recomendaciones a seguir en las revisiones rutinarias de las colmenas, que ayudan a favorecer el bienestar animal de las abejas melíferas como animales de explotación ganadera. Lo concerniente a los principios, criterios, patrones, valores y variables, parámetros e indicadores que constituyen la plataforma para trabajar las abejas melíferas dentro de un marco de bienestar animal se desarrollarán en otro artículo, solo mencionándose brevemente en éste los parámetros apícolas.

En apicultura existen tres tipos de parámetros:

  • Parámetros zootécnicos
  • Parámetros de producción
  • Parámetros de reproducción

Los parámetros zootécnicos se clasifican en dos grupos:

  • Parámetros zootécnicos de comportamiento
  • Parámetros zootécnicos generales

Parámetros zootécnicos de comportamiento: son aquellos elementos biológicos constantes en el desarrollo y crecimiento de las colonias de abejas melíferas, relacionados con el nido de cría y la organización y distribución de las abejas sobre los panales:

  • Estado general de la colmena
  • Presencia de la reina
  • Postura de la reina
  • Características fenotípicas de la reina
  • Sitios de postura de la reina
  • Cría abierta
  • Cría operculada
  • Presencia de celdas reales
  • Presencia/ausencia de reservas alimentarias

Parámetros zootécnicos generales: se refieren a los datos o elementos de la cría de abejas melíferas que proceden del manejo apícola general que se realiza en las explotaciones apícolas:

  • Tipo de revisión de la colmena
  • Introducción indirecta de reina
  • Introducción directa de reina
  • Unión de colonias
  • Cambio de colonia de porta núcleo a cámara
  • Unión de colonias
  • Mortalidad de las colmenas
  • Colmena alimentada artificialmente
  • Próxima revisión

Los parámetros presencia de la reina y sitios de postura de la reina se expresan solo cualitativamente. La postura de la reina, la cría abierta, la cría operculada y la presencia/ausencia de reservas alimentarias pueden apuntarse cualitativa o cuantitativamente y el estado general de la colmena y las celdas reales cuantitativamente. Las características fenotípicas de la reina es un parámetro descriptivo por lo que se puede expresar de forma completa o parcial.

Así en función de los nueve parámetros zootécnicos de comportamiento, las revisiones de las colmenas pueden ser de dos tipos: Revisión Completa y Revisión Incompleta.

La revisión es completa cuando se apuntan de forma cuantitativa en los registros apícolas los siguientes cuatro parámetros zootécnicos de comportamiento: el estado general de la colmena, la postura de la reina, la cría abierta y la cría operculada. Siendo la revisión incompleta si al menos uno de ellos se escribe solo cualitativamente, a pesar de que los otros hayan sido apuntados cuantitativamente.

CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA EN EL MÉTODO DE REVISIÓN DE COLMENAS

1. Partiendo de las premisas referentes a: El nido de cría, la orfandad de la colonia y las obreras ponedoras, las colmenas deben revisarse cada 24 días. De esta manera, el apicultor se percatará si la colmena tiene suficiente cría, abejas jóvenes, abejas adultas y reservas de miel y polen para iniciar la cría de reinas, si es que la colonia por cualquier circunstancia ha quedado huérfana. Por otro lado, el apicultor comprobará si existe una población de abejas capaz de mantener, proteger y conservar la colonia hasta que la refuerce con panales con postura (H) o con cría abierta (CA), que tenga larvas con menos de 3 días de edad, para ayudar a la colonia a que crie su propia reina; o mejor aún, el apicultor puede proceder a introducir una reina nueva (RN) ya fecundada, para de esa manera recuperar la colonia más rápidamente y llevarla de nuevo a su estabilidad y normalidad funcional.

2. Las revisiones de las colmenas pueden ser de dos tipos: Revisión completa, (RC) y revisión incompleta, (RI) tal como se explicó arriba

3. La frecuencia de las revisiones se acortará en los casos en que las colmenas presenten situaciones tales como las que se mencionan a continuación:

  • Orfandad de la colonia.
  • Colonia huérfana con celda(s) real(es).
  • Colonia huérfana sin celda(s) real(es) y que ha sido reforzada con cría abierta (CA).
  • Nacimiento de una reina.
  • Falta de espacio para la postura de la reina; por estar siendo copada por las obreras.
  • Mal o regular estado y poca postura.
  • Que la colmena haya sido dividida.
  • Pillaje o ataque de depredadores a la colmena.
  • Reina introducida en la colmena por el apicultor.
  • Colmena cosechada o movilizada, ya que la reina pudo haber muerto durante esas labores.

RECOMENDACIONES

El concepto de bienestar animal debe estar implicado como una pauta ineludible al trabajar con las abejas melíferas. Una colonia de abejas, al igual que cualquier animal, merece ser tratada con el mayor respeto y consideración, en el sentido de evitar causarle molestia, perturbación o daños innecesarios; librarle de hambre y sed; prevenir y curar sus enfermedades y proveerle de la colmena apropiada para su desarrollo y pervivencia.

1. El tipo de colmena más conveniente para garantizar el adecuado bienestar animal es la clásica colmena vertical tipo Langstroth. Ella permite que la colonia vaya creciendo en conformidad a su tendencia natural de disponer la postura y la cría en la parte inferior del nido de cría , acompañado de algunos panales con polen y miel ubicados lateralmente, siendo la parte superior del nido de cría  donde almacenan el grueso de la miel y el polen.

2. Se recomienda que las colmenas se enumeren comenzando con el número 1, y así sucesivamente, tratando de mantener la secuencia. La enumeración de las colmenas es imprescindible para poder llevar los registros y para facilitar el manejo apícola zootécnico y el manejo apícola general. El apicultor, podrá tener un diagrama con la ubicación de las colmenas de cada apiario de la explotación apícola, lo cual le permitirá ubicar cada colmena antes de iniciar las labores de campo. De este modo no perderá tiempo buscando en el apiario la(s) colmena(s) que quiere trabajar, sino que también evitará propiciar una perturbación en el apiario por realizar desplazamientos innecesarios entre las colmenas.

Se aconseja que los números se coloquen en la cámara de cría porque es el cuerpo de colmena más visible y duradero, se daña menos que el piso y se moviliza menos que las alzas o cambia, a menos que se dañe. Es recomendable escribir los números en la cara anterior y en la cara posterior de la cámara de cría o bien en la parte inferior derecha o izquierda, pero siempre siguiendo ese orden, o derecha o izquierda; así el apicultor sabe dónde debe mirar siempre.

3. Las colmenas deben estar colocadas sobre bases individuales o colectivas de unos 50 cm de altura. Con ello se busca mantener la colonia alejada de los excesos de frío o de calor que pudiera trasmitirle el suelo, afectándose así el desarrollo de las crías y la incubación de los huevos. Por otra parte, las altas o bajas temperaturas del suelo llevarán a las obreras a un mayor gasto energético para conservar la temperatura de la colonia. Una separación de aproximadamente 90 cm entre colmenas y de 2 metros entre filas de colmenas, provee de un espacio suficiente para que dos operarios trabajen cómodamente alrededor de una colmena, sin alterar ni obstaculizar la entrada y salida de las pecoreadoras de las colmenas vecinas.

Las bases individuales tienen la particularidad de que personalizan el trabajo con la colmena de turno, al evitar en cierto grado, que la alteración causada por la manipulación de la colonia se propague a las colmenas vecinas, estresándolas y disponiéndolas en actitud defensiva a la posible intervención posterior por el apicultor. Por otro lado, aminoran las posibilidades de pillaje que pudiesen presentarse.

Del mismo modo, debe destacarse que el uso de bases individuales de la colmena a la altura recomendada, facilita la manipulación de los panales y de la(s) alza(s) y físicamente favorece al apicultor al tener que inclinarse menos cuando labora con las colmenas.

4. El tiempo empleado en la revisión de cada colmena, debe ser lo más rápido y preciso posible. Ello se consigue al trabajar las abejas de forma ordenada, sistemática y técnica con planes y estrategias definidas con antelación a cada visita al apiario (sobre este aspecto se harán algunas otras observaciones pertinentes al final de las recomendaciones). Un correcto uso del ahumador también influye en el mayor o menor grado de daño y estrés causado a las abejas adultas y a la cría.

5. Otros detalles que se incluyen dentro del bienestar animal, son la adecuada orientación y ubicación de las colmenas en el apiario, sombra parcial para las colmenas y disponibilidad de agua para las abejas

6. Debemos tener siempre en cuenta que cada vez que revisamos una colmena, estamos ocasionando una perturbación en la colonia, que repercute negativamente no sólo en los individuos adultos, sino también en las crías. Muchas obreras asumen actitudes de defensa del nido, con lo cual dejan de realizar sus actividades normales, afectándose el funcionamiento de la colonia. Además, hay un consumo adicional de energía como consecuencia del estrés desencadenado en la población. La cría abierta y la cría operculada pueden verse afectadas por las condiciones ambientales imperantes y les puede ocasionar deshidratación y enfriamiento, según el caso, con la consiguiente muerte.

De allí la importancia de que la revisión de las colmenas se realice lo más rápido posible para ocasionar el menor trastorno a la colonia. El tiempo de revisión se reduce cuando el apicultor ha evaluado y analizado el registro individual de las colmenas, de modo que sabe de antemano cuales requieren prioritariamente de su atención y qué métodos o técnicas ha de aplicar de manera individual o en grupo.

7. Ya que la reina es el integrante más importante de la colonia requiere el mayor cuidado y atención cuando se están revisando las colmenas. Toda manipulación debe hacerse con la certeza de no hacerle daño, para lo cual se procede con mucha cautela y delicadeza al sacar los panales y luego al reponerlos en su sitio.

8. Es conveniente que las revisiones de las colmenas sean efectuadas por dos operarios, que se ubicarán en media luna alrededor de la colmena, sin obstaculizar la piquera. El primer operario se encarga básicamente de manipular el ahumador y también para estar pendiente de dónde su compañero, segundo operario, va introduciendo la espátula y ayudarlo con la suya a sacar los panales. El segundo operario lleva, por otra parte, una tabla de apoyo con el registro de hoja de campo, donde van los datos de la última revisión realizada a cada colmena que se va a trabajar ese día , y el manejo o técnica ya decidido previamente si así lo amerita. En ese mismo registro de hoja de campo se apunta la información obtenida de la(s) colmena(s) revisada(s) ese día y el manejo o técnica que se le(s) pudo haber realizado. Toda la información apuntada en el registro de hoja de campo será copiada en el respectivo registro individual de colmena. 

OBSERVACIONES QUE FUNDAMENTAN REALIZAR LAS REVISIONES DE LAS COLMENAS LO MÁS RÁPIDO POSIBLE

Entre los animales de explotación ganadera las abejas melíferas por su condición de insectos, son animales muy particulares. A pesar del trato que durante miles de años ha recibido no se han hecho sumisas ni dóciles, como el resto de los animales trabajados por el hombre. No reconocen a las personas que suelen tratar con ellas, como si lo hacen los demás animales de ganadería. No se han acostumbrado al hecho de que no serán dañadas por quien las manipula. Siempre están en actitud de alerta, recelosas y dispuestas a rechazar el manejo del apicultor. Por otro lado, son animales con una gran capacidad para captar a través de sus especializados sentidos cualquier perturbación en o alrededor de su colmena, lo cual interpretan como una amenaza a la cual responderán con actitudes defensivas, más que de agresividad, de picar a todo lo que esté cerca de su colmena, sin hacer concesiones ni distinciones de los seres que por allí se encuentren.

Este comportamiento defensivo, más acentuado en algunas razas que en otras es el que el apicultor encuentra cada vez que abre una colmena para revisarla y realizar cualquier técnica o manejo apícola, hecho que incomoda y molesta al apicultor en la realización de su trabajo. Pero los efectos de esa manipulación en la colmena son más relevantes en las abejas ya que conllevan una progresión de eventos que afectan a todos los integrantes de la colonia, lo cual repercutirá también en la producción apícola. Estos sucesos que se dan en forma seriada son descritos a continuación:

  1. Apenas acercarse el apicultor al apiario comienzan a alterarse las actividades de las abejas, sobre todo las de las colmenas más cercanas a la entrada del apiario. Se percibe intranquilidad en el ir y venir de las pecoreadoras que entran y salen de las colmenas. Las guardianas en sus piqueras comienzan a liberar feromonas de alarma que se extienden no solo al interior de cada colmena sino también a las colmenas vecinas. Se va generando entonces un clima de intranquilidad que comienza a trastornar la cotidianidad del trabajo de las abejas.
  2. Por lo general abejas guardianas e incluso también algunas pecoreadoras que están entrando o saliendo por las piqueras de las colmenas inician la “defensa del nido” es decir a revolotear y/ o picar al apicultor. Estas abejas que pican mueren porque se desgarran al clavar el aguijón. Suelen ocurrir también muerte de abejas durante la manipulación de la colmena por aplastamiento con la tapa, entretapa, barras superiores de los marcos y con la espátula.
  3. Las feromonas de alarma interrumpen y desorganizan las actividades de todas las abejas incluyendo la postura de la reina, la cual incluso puede morir por aprisionamiento con la espátula o algún marco. Puede acontecer la perdida de la reina porque vuele y se vaya de la colmena o caiga al suelo. La manipulación de la colmena conlleva un estrés generalizado que perjudica a la colonia en su esencia como unidad orgánica que actúa y se desenvuelve como un todo lo cual conduce a que se detengan o ralenticen todas las labores dentro de la colmena afectándose por lo tanto el proceso productivo de la colonia.

Al trabajar con animales de ganadería mayor o menor el grado de estrés que se pueda ocasionar por lo general es pasajero y no se ocasionan desgastes físicos significativos en los animales ni se afecta el proceso productivo inherente a cada especie en particular.

Otra diferencia al trabajar con abejas y hacerlo con los demás animales de producción es que una vez que se comienzan las labores en el apiario no es posible tomar un descanso como si se puede con los otros animales de ganadería ya que las abejas una vez que se comienzan a manipular no dan tregua y siguen picando a todo lo que se mueva en los alrededores hasta incluso una hora o más después que el apicultor haya terminado y alejado del apiario.

De allí que es muy importante que cualquier trabajo con las abejas deba ser realizado lo más rápido y preciso que se pueda para ocasionar la menor perturbación posible en el apiario.