Colmenas en la planta fotovoltaica Arañuelo III

Ya ha comenzado la producción de miel ecológica en el parque solar de Arañuelo III, un terreno calificado como ecológico por parte del Comité de Agricultura Ecológica de Extremadura.

Este hecho representa un nuevo hito en el proyecto de miel solar llevado a cabo junto a Iberdrola, y además será asistido por un apicultor ecológico, muy difíciles de encontrar en la región.

De esta forma, podremos generar nuevas fuentes creación de valor en los parques solares fotovoltaicos de Grupo Eco y tener hectáreas y hectáreas que permiten a los apicultores trabajar tranquilos, en entornos protegidos, libres de robos y alejados de monocultivos y ruidos.

Y es que desde finales de 2020, cuando se inició el proyecto de producción de miel solar en los parque solares de la península ibérica, el número de colmenares solares ha ido aumentando de forma escalonada, así como ca cantidad de apicultores asociados al proyecto.

La Planta solar Arañuelo III tiene una superficie de 5,59 hectáreas y una potencia de 40 MWp, con una capacidad de almacenamiento de 9 MWh.

Genera energía limpia para abastecer a una población equivalente de 65.000 hogares al año y evitará la emisión a la atmósfera de 41.000 t CO2/año.

La planta se ubica en terrenos de dehesa, instalándose en aquellas áreas de la finca donde la densidad de arbolado es muy baja donde se dan pastizales de secano y retamar de Retama sphaerocarpa.

En cuanto a fauna, la comunidad de aves forestales, asociadas a la dehesa, como rupícolas, asociadas a los cantiles y roquedos del entorno del Tajo y de la Sierra de Almaraz, es notable. Se observan habitualmente alimoche, buitre negro, milano real, milano negro, águila real, águila culebrera, aguilucho lagunero, también el águila imperial ibérica… También las acuáticas asociadas al embalse Torrejón-Tajo y al embalse de Arrocampo, como la garza real, garceta grande, garcilla bueyera, etc. Respecto a los mamíferos, además de los pequeños como zorro, gineta o tejón o abundan los ciervos, que consiguen entrar en el interior de los cerramientos para alimentarse o descansar.